Tiene la gente ganas de romería, de campo y comidas a la lumbre. Café de cazo y cubalibre a la sombra, antes de dar una vuelta por los puestos y volverse para echar más carne a la brasa y abrir unas cervezas mientras llega el fresco de la noche. Tiene la gente ganas de reír y llenar el maletero de…
Mes: abril 2021
Exquisita
Depositó el libro en la bandeja, junto con las llaves y la cartera. Atravesó el arco de un paso firme y esperó al final de la cinta. La máquina detuvo entonces su progreso y el guardia encargado de la pantalla saltó de su silla. —Señor, me temo que tendrá que acompañarme —le dijo al tiempo que otro compañero se acercaba…
los vecinos
Mi negativa a llevar las gafas puestas, junto con el pánico que me produce la sola idea de pegarme un trozo de plástico (llámese lentilla) al ojo, ha provocado, en más ocasiones de la cuenta, algún que otro malentendido. Recuerdo confundir a la señora de la limpieza con mi madre y darle un susto de muerte cuando la agarré por…
Un rastro imposible
John llevaba días pensándolo. Había recibido una oferta que le permitiría jubilarse si la aceptaba. John contaba con cincuenta años, de los cuales había cotizado treinta y cuatro. Comenzó descargando camiones para, más tarde, llevar la contabilidad en una oficina. Cambiaría por última vez de trabajo antes de los cuarenta y cinco. Habiendo pasado por banca y alguna que otra…
el rayo y la tormenta
Esta tarde ha caído un rayo y ha acabado con el árbol del abuelo. Entró por una rendija que había en el tronco, la misma en la que solíamos esconder tesoros de pequeños. La salida ha tenido lugar casi a la altura de las raíces y ha sido tan espantosa que el árbol ha caído enseguida. Estábamos viendo llover por…
mi plato preferido
Un buen día, el mundo se quedó sin material para fabricar nuevos microchips. Apareció en la televisión un señor taiwanés y dijo, en un inglés áspero y rotundo: —No more microchips! (microchips no hay más). No pronunció ninguna palabra adicional, ni volvimos a saber nada de él. Bueno, sí, alguien se lo cargó de tres disparos en la cabeza. Alguien,…
tresillo
Me gusta el bosque. No cualquiera, claro. Me gusta el que hay detrás de las naves a medio construir, justo donde termina la ciudad. Como sabes, no es muy grande pero sí lo suficientemente conocido como para que nadie repare en él. Quiero decir que nunca buscarían un cadáver entre sus árboles. Ya sabes, hay demasiada basura aquí. Todo el…