Cogió su silla y, cargado con ella al hombro, paseó hasta encontrar un lugar que le mereciera la pena contemplar, a la orilla del camino. No buscaba otra cosa que sentarse a ver la vida pasar, a dejar que le adelantaran aquellos jóvenes, a ver cómo se caían y se volvían a levantar, invadidos por esa fuerza que dan los…