Mes: abril 2012

Tiempo

Érase una vez, Tiempo. Al contrario de lo que le sucedía al resto, Tiempo había trabajado desde que nació. No tuvo infancia ni fue al colegio. Es más, ni siquiera había sido necesaria una instrucción básica para que se desenvolviera por el mundo. Abrió sus pulmones por primera vez y echó a andar y, desde ese mismo instante, tuvo que…