Llevaba tres cuando recordé algo. Aquello me imposibilitó tomar la cuarta a tiempo y acabé perdiendo la cuenta. Todo por recordar que ya no soy un chiquillo con la cabeza llena de rizos y de pájaros, que ya no tengo estómago para comerme el mundo, que los cuarenta quedan lejos de narices y que las cosas que me vienen importando…
Monthly Archives: diciembre 2016
Moles, Celquisio, Fengaro y Guiperto
Moles está de vuelta. Estos días estuvo en casa de Celquisio arreglándole la cocina. No es que Moles sea apañado. Es que, antes de andar por aquí cerrando balances, se ganó la vida instalando encimeras y algún que otro cacerolero, de esos que deslizan tan bien, despacito y sin un ruido. Celquisio sigue viviendo en el mismo apartamento. No se…
Lo verde y lo demás
Este verde que me puede, que me atrapa y no me suelta. Por verde, hasta las mantillas de la mesa de camilla, que miran con envidia el negro selecto de la máquina de café, la pobre, llena de achaques. Tantos que no atina a llenar el vaso y vierte su dosis por todas partes, poniéndolo todo perdido. De suelo, terrazo.…
Generoso
Cuando las ideas se esconden o no están, basta con acudir a él. Es sabio, aún sin pretenderlo. Humilde, trata de pasar desapercibido aunque es su propia naturaleza la que lo traiciona constantemente. Puede llamar la atención si estás solo o pensativo y es capaz de pasar de puntillas para todos aquellos que gustan de mirarse el ombligo, por no decir…
Equipaje
El estómago se encoge al acelerar. Se necesita mucha fuerza para levantar un avión de metal, cargado de impacientes pasajeros. Arrastrar todos esos planes por la pista, con sueños imposibles, deseos casi concedidos, cuentas por ajustar, objetivos que incumplir, besos para dar y lágrimas que contener, para bien o para mal. Ya es bastante, que puede levantar el morro el…
En paradero desconocido
Todos han escapado. Abrí el cajón esta mañana y ya no estaban. De ahí los ruidos que escuché esta noche en el despacho. Algunos de ellos andaban conspirando, susurrando, buscando la llave del secreter donde estaban encerrados el resto de sus amigos. Los liberarían aprovechando mi sueño profundo, descenderían hasta la caja de zapatos y la utilizarían para protegerse mientras…
350 kilómetros
Lola se pone de los nervios siempre que llega la Navidad. Técnicamente, cerramos ejercicio y hay cosas que hacer, formularios que enviar, llamadas que atender, aplazamientos que negociar y explicaciones que dar a casi toda la maldita oficina. Por eso, los pelotas como Alfredo no paran de entrar en el despacho de la rubia llevándole papeles firmados como si eso…