El confinamiento, al menos en mi pueblo, ya no existe. Puedo ir a trabajar, caminar por la calle, salir a correr e incluso sentarme en el poyete a ver la vida pasar. La pega es que me ha sobrevenido, de repente, una buena carga de trabajo extra y las horas junto a la mesa de escribir me están haciendo recordar…
Mes: septiembre 2020
todos tus aliens
«Llevas tanto tiempo en mi vida que ya no recuerdo nada más», decía la teniente «Ripley» en una de las entregas de «Alien». Y yo comprendía al bicho perfectamente. Era imposible matarla, porque la teniente «Ripley» era, realmente, Sigourney Weaver y eso sí que son palabras mayores. La aparente condescendencia que parecía mostrar la bestia con la teniente no tenía…
Zombie
Esta media distancia que lo inunda todo y que no deja tomar partido ni defender posición alguna. Mucho menos, trabajar en plenitud, mantener una conversación o mirar desde la ventana como es de recibo. Hemos pasado de la nada a las migajas, sin contentarnos. Porque las migajas no reparan nada; ni a nadie, ni siquiera al que las deja. Desesperados,…
donde los consuegros leen el periódico
Han confinado a mi novio, pero a mí no. Está que trina, porque yo paso todo el día de aquí para allá y él, en casa encerrado. Para colmo, se le ha roto el móvil y sólo le funcionan los SMS. Iba a decirle que se instalara el Whatsapp en el portátil, pero lo cierto es que se lo dejó…
alevosía y premeditación [con]
El cielo es azul y las nubes, blancas; la tierra, oscura y los árboles, de hojas verdes, en su mayor parte. Las casas, de donde yo vengo, suelen ser de fachada blanca y rojizas por la parte de su tejado. Están salpicadas de ventanas que permiten ver desde dentro; tienen puertas que dejar abiertas o cerrar cuando interesa y se…
vayamos por partes
En realidad, la enfermedad nunca nos dio una tregua. Aunque nosotros sí que lo hicimos. Como si se tratara del buen estudiante que termina sus finales con éxito, mereciendo un verano inolvidable, decidimos que tocaba vivir como cigarras. La enfermedad reptaba, dejando rastros complicados de seguir. De un lado, los intentábamos borrar, de otro, precisábamos, en grandes cantidades, efectivos para…
el número (¿de los puestos de trabajo?)
Y Dios creó la economía. Lo hizo durante las primeras horas de la mañana de un lunes. Unos minutos después, los dieciocho millones de puestos de trabajo ya estaban dados de alta y cubiertos. Las proporciones serían sencillas: tres millones de empleados públicos y quince millones de trabajos para el sector privado, de los que casi dos serían autónomos (propiamente…