y veinte

—¡Y veinte! Abrí los ojos, dispuesto a encontrar a todos y cada uno de mis compañeros de clase. Don Matías nos había dado permiso para jugar un rato al escondite, mientras se echaba la siesta. —¡No salgáis del parque! —nos gritó al tiempo que se acomodaba en el sofá de la estación. En media hora abriría el museo y, tras…

zapatos

Había parado de llover y el aire era fresco. Lo vi al cerrar el paraguas. Caminaba de manera inusual en él, así que aproveché el encuentro para preguntarle. Tras el apretón de manos y las referencias obligadas a la familia, me interesé: —Me ha parecido ver que casi perdías el equilibrio ¿Alguna lesión? —¡No! En absoluto. Verás… —sonrió durante la…

circunstancias

Hans intenta dormir, aunque el billete Economy no da para mucho. El vuelo va para dos horas largas y, por fin, ha podido deshacerse del cinturón de seguridad. Resulta curioso cómo, en un tubo de no más de cincuenta metros de longitud, coinciden tantas vidas juntas y apenas es posible encontrar excusas para mantener una conversación. A Hans le pesan…

Apagón

Se fue la luz justo cuando alguien entraba en casa para asaltarme. Incapaz de recordar dónde había dejado el móvil, sólo me dio tiempo a esconderme dentro de la ducha. Mientras escuchaba cómo revolvía todas mis cosas, madre me llamaba al teléfono para preguntar si aquí también estábamos a oscuras. Dejó de buscar y sus pasos se dirigieron hacia el…

madre de madre

El sentido de la vida parece esquivo al encontrarlo. Se deshace entre las manos, recomponiéndose al marcharse para que yo lo vea entero de lejos y vuelva a desearlo. Pero la culpa es, en parte, mía por no cerrar los puños. —¡Yo no quiero un sentido controlado! Nadie ¡Ni tú tampoco! La mayoría del tiempo, el sentido se extravía. No…

La firma

Habíamos logrado vender la casa. Hubo un instante, al firmar en notaría, en el que nuestras miradas se cruzaron. No sé lo que fue. Tal vez, el poco cariño que aún podía rascarse, el alivio financiero o la condescendencia que aflora cuando los problemas compartidos se solucionan. No duró mucho. A la salida, ni nos despedimos. Por fin podíamos avanzar…