el jaleo de cajas

Vuelve a escucharse el jaleo de cajas en el bar de arriba con tal naturalidad que me parece estar en el verano de 2019. Se escucha la bulla, el tintineo de las cucharillas y el runrún de la gente en el desayuno. A la sombra se está en la gloria y pocas cosas valen tanto y cuestan tan poco como…

El asesino autorregresivo

Son las tres de la madrugada. Otro callejón oscuro que se ilumina gracias a las luces de la primera patrulla en llegar. En apenas diez minutos, tres detectives y varios guardias se esfuerzan por salvaguardar la escena del crimen. Gálvez, la más veterana, recoge una nota deliberadamente colocada al lado del cádaver. Ya es costumbre, así que no le sorprende…

ensayo

María permanece ajena al bullicio que la rodea. Su cabeza va de un sitio a otro y tan pronto recuerda saltar a la comba como siente esa pena negra que sólo da la cara cuando un hijo se ha ido antes que tú. A María la han sentado en el banco número dos, justo donde Pepe y Adela, que llegan…

Juanito

Un conocido (y mejor persona) me enseñó que a las cervezas espléndidas había que tratarlas de usted. La manera correcta de proceder, en tal caso, era sencilla (como todo lo apropiado, por otra parte): sostener la botella por el cuello, a ser posible con sólo un par de dedos, a la altura de la etiqueta (catalogada como collarín), encararla con…

Inevitable

Ha venido el hombre del largo plazo. No quiere nada. Sólo que lo tenga en cuenta. Que ya va quedando menos y que lo lleva todo apuntado. Ahí me ha dejado la nota, en el recibidor. ¡Al cajón! Debajo de las facturas de la luz. Cansino. De sobra sé que existes. No repares en mí hasta que tengas la vez.…

la jubilación activa

Algo se cuece en la vieja pastelería. Hace años que echaron la persiana, poco después de acontecida la jubilación del matrimonio que la había regentado desde su apertura. Ninguno de sus vástagos decidió seguir con el negocio. Desde entonces, la fachada no ha hecho otra cosa que coger polvo y suciedad. También el rótulo, cuyas letras burdeos, ya descoloridas por…

El giro infinito

Taburetes de giro infinito eran los de los bares de antaño. Con su chasis de aluminio, perfecto equilibrio sobre eje, a prueba de balanceo. Acolchado y revestido en cuero burdeos, el asiento casaba perfectamente con tu pequeño cuerpo, permitiéndote llegar a la barra y ser, por un día, el cliente más importante. Justo cuando madre y padre le decían al…