Miguelito y la playa

Miguel se ha atragantado con una ola. El pobre con su bañador y su burbujita dando tumbos en mitad de la playa porque un poco de aire movió el mar desde muy lejos y así, envuelto en espuma y arena, corre como puede, llorando desconsoladamente, hacia alguien mayor que pueda darle una mínima sensación de seguridad. Las playas en verano que, aun con la misma arena por pavimento, recogen miles de historias tan importantes como las de Miguel, Miguelito para el abuelo, que ha vencido la artrosis de rodillas para levantarse en dos segundos a por su rebozado nieto, el cual ya llora menos porque la abuela lo ha arropado con la toalla y lo llena de besos que curan hasta las picaduras de avispa, como el barro o más.

Con los días, he averiguado que son de Fuenlabrada; bueno, de Madrid, como dicen ellos. Los padres de Miguelito trabajan todo el mes de julio, así que los abuelos se han bajado con el niño. Manuel está jubilado y solo tuvo un trabajo en su vida, el de ferroviario. Isabel hizo lo que pudo y más, porque gastó su vida criando a los hijos y llevando la tienda de sus padres, que finalmente cerró por falta de clientela. Miguelito y la playa los mantienen ilusionados. Todas las mañanas, acompañados de sombrilla, nevera, periódico y revista, bajan y se ponen a nuestro lado. Yo llevo silla y niños, y los niños llevan sus mochilas con sus utensilios de playa, a saber pala, cubo, rastrillo y moldes. Miguelito y los niños hacen tortuguitas y conchas en la arena, hasta un caballito de mar. Para cuando llega la hora del castillo, reclaman la ayuda del ferroviario mientras yo voy levantando la muralla que impedirá que la primera ola arrase la construcción. Isabel está entretenida con Loles y Asumpta, amigas desde hace varios veranos. Hace una brisa estupenda para bañarse y salirse, consiguiendo así un fresquito en la piel que hace posible que no tenga que desear nada más. Aquí estamos los niños, el fresco, las olas, Miguelito, el ferroviario y yo, en un marco incomparable, no tanto por el lugar, sí por lo que evoca.