Todo está bien

Bañistas que charlan, semicubiertos por el agua, alejados de las boyas que separan las aguas. Canoas dirigidas por parejas, deambulan de este a oeste, tras unos primeros minutos de extraña novedad; ya vuelven, atravesando el canal náutico, las que agotaron su tiempo. Cuerpos tendidos al sol, mientras sus dueños leen (sueñan), hablan (planean), miran (duermen). Las sombrillas, huérfanas, enfrentadas con la arena, aliviadas por la brisa fresca que trae el mar. No hay nada nuevo. Todo está bien.