Porque es navidad

No hay más que silencio, a pesar de ser casi Navidad. No se han dirigido la palabra desde hace días y, sin embargo, no dejan de mirarse. Solos, en la oscuridad, se observan y deciden decirse algo. Feliz navidad, se desean, sin poder tocarse.

Y yo que pensaba que mi Roomba jamás haría las paces con la fregona, desde que los encontré enganchados la semana pasada. Me jodiste el filtro, le dijo, mientras escupía una de las microfibras. Dolida, la fregona se giró hacia su cubo y hasta hoy, que he entrado en la cocina y las he visto desearse felices fiestas.

Felices fiestas, amigos. Un abrazo. Y recuerdos de esos dos que tengo en la cocina.