Precarias quincenas

A Sara le gusta el verano. Le pirra eso de tumbarse al sol y darle gusto al cuerpo remojándose en el agua cuando la piel le arde. Antes bajaba a la playa con Lola pero este año van cambiadas. Lola se coge agosto completo, que para eso es jefa. Sara tiene sus quince dias en julio y otros quince entre septiembre y octubre. Cuando iban Lola y ella a la playa se ponían el doble de morenas, porque el Sol estaba encantado de verlas juntas. Esta primera quincena Sara ha pensado que tomará el sol un ratito por las mañanas y otro ratito por las tardes. Las noches las va a repartir entre Esteban y ella misma; una sí, otra no. Fue Lola quien le presentó a Esteban el verano pasado. Por aquel entonces estaban juntos y Lola se repartía entre Sara y Esteban, aunque las noches siempre fueron para él. Sara no quiere darle mucha coba. Sabe que, de ser algo, será algo de verano. No. Ni siquiera. Eso lo fue para Lola. Para ella, Esteban será algo de quincena. Romances precarios para vacaciones precarias.